Aunque actualmente se sabe que existen ciertas diferencias genéticas que predisponen a que algunas personas vivan sanas hasta edades avanzadas, diferentes estudios han detectado los hábitos que son comunes en estas personas. Aquí te decimos cuales son. SE MANTIENEN CONECTADOS La soledad y el aislamiento son tan malos para la longevidad como la obesidad, de acuerdo con una investigación publicada en marzo de 2015 en Perspectives on Psychological Science. Puede ser difícil que los adultos mayores mantengan amistades y una vida social activa, pero las personas longevas y sanas hacen un esfuerzo por mantenerse conectados y están dispuestos a hacer nuevos amigos. No esperes a tener 80 años para ser anfitrión de cenas, ser parte de algún club o asociación, mantente conectado a tu comunidad. Me refiero a conexiones verdaderas, en persona; usa la tecnología para concertar encuentros, no para sustituir estas interacciones. USAN MENOS MEDICAMENTOS Frecuentemente los adultos mayores se ven atrapados en un círculo vicioso de tomar muchos medicamentos hasta por el menor de los problemas. Administrar múltiples fármacos no solo se vuelve difícil sino que pueden interactuar entre ellos y causar serios efectos secundarios como confusión y caídas. El Dr. Ardeshir Hashmi, quien ha estudiado a las poblaciones mayores de 90 que se mantienen saludables afirma que “la lista de medicamentos de estas personas tiende a ser muy corta”. Siempre pregunta a tu doctor si es realmente necesario agregar alguna pastilla o si existen algunas otras alternativas no-medicamentosas al problema. El Dr. Hashimi también recomienda visitar al médico anualmente para ver si alguna de las prescripciones puede ser suspendida o disminuida. ¡MUEVEN EL BOTE! ¿Qué tanto realmente puede ayudarte la actividad física a vivir más y en mejores condiciones?, Bueno, pues las personas que cumplen con 150 minutos a la semana de ejercicio de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio de intensidad alta, disminuyen el riesgo de muerte prematura hasta en un 31% comparado con las personas que no se ejercitan. Esto lo sabemos gracias a un estudio que se publicó en junio de 2015 en la revista científica JAMA de Medicina Interna, que reunió información de 660,000 adultos. Aunque esto de hacer ejercicio y sus beneficios para la salud no son tema nuevo para nadie, ni significan el descubrimiento del hilo negro, gracias a estos investigadores sabemos que aunque no logres ejercitar tanto como mencionamos antes, aún un poco de ejercicio puede reducir el riesgo de muerte prematura hasta en un impresionante 20%. Para estos jóvenes mayores de 90 años o wellderlies como les llaman en otros países, “la constancia en el ejercicio es más importante que la intensidad” afirma la Dra. Rory Weiner una cardióloga del Hospital General de Massachusetts. “Estas son buenas noticias para aquellas personas a quienes se les dificulta llegar a ciertos niveles de intensidad durante el ejercicio”. Tip: No hay excusas, si no hay tiempo de ir al gimnasio, prende tu música y a bailar en casa. Si estás solo bien, pero si estás acompañado aún mejor. “Aún 10 minutos al día de ejercicio es mejor que nada”, afirma la Dra. Weiner. MANTIENEN SU PROPÓSITO DE EXISTIR Tienden a ser optimistas con respecto a la vida y a tener fuertes razones para seguir vivos. Este tipo de actitudes están estrechamente asociadas a menor riesgo de enfermedad cardiaca y muerte prematura. La investigación realizada en la edición Febrero/Marzo del 2016 de la revista científica Psychosomatic Medicine hizo una revisión de 10 estudios que involucraron a 137,000 personas y estudiaron cómo se relaciona el sentido de tener un propósito en la vida con las tasas de mortalidad. Encontraron que tener un propósito por el cual vivir se asocia con una reducción de mortalidad del 23% ¡De todas las causas (corazón, cáncer, accidentes, etc.)! Una manera de mantener un propósito de vida es ayudando a otros: familia, amigos, haciendo voluntariado o encontrando nuevos retos. COME INTELIGENTEMENTE No tenemos claro si un tipo de dieta es mejor que otra para lograr la longevidad. Sin embargo, estos jóvenes de 90 y más sí se apegan a un par de principios dietéticos. Comen menos alimentos procesados que generalmente tienen grandes cantidades de sodio y comen menos carne roja. Por supuesto, sus porciones alimenticias son menores, evitan comer de más y mantienen un peso saludable, lo cual puede ser difícil para muchos adultos mayores que o ganan mucho o pierden mucho peso con la edad. Si necesitas la ayuda de tu médico de confianza para llevar a cabo cualquiera de estos puntos, no olvides consultarlo.
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